https://doi.org/10.37527/2023.73.S1
1Universidad Miguel Hernández De Elche, San Joan D’alacant, España, 2Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito, Ecuador, 3Centro de Epidemiología Comunitaria y Medicina Tropical, Esmeraldas, Ecuador.
Introducción: Una dieta poco saludable, ligada a los determinantes sociales de la salud, es uno de los principales factores de riesgo para las ENT, que constituyen un problema importante y creciente de salud pública por la proporción significativa de muertes y discapacidades sobre todo en los países de renta media- baja. Objetivo: Analizar la influencia de factores socioeconómicos en la dieta poco saludable de población adulta en Quito y Esmeraldas, Ecuador. Métodos: Se realizó una encuesta poblacional entre marzo y octubre 2021, con muestra representativa de personas adultas en ámbitos urbano y rural; Quito (n=633) y Esmeraldas (n= 667), con muestreo geoespacial y aleatorio, empleando el cuestionario de factores de riesgo de ENT STEPS de la OMS. Se recolectó información sobre dieta, haciendo preguntas sobre consumo diario de frutas y verduras, consumo de sal y de azúcar. La dieta poco saludable se definió como bajo consumo frutas y verduras y alto consumo de sal y azúcar. Realizamos un análisis descriptivo de las variables dietéticas estratificado por variables socioeconómicas. Resultados: El 83% (n=523) de las personas encuestadas en Quito y el 92% (n=677) en Esmeraldas presentaron una dieta poco saludable. En Quito, el 46% (n=291) presentaron bajo consumo de frutas y verduras, el 39% (n=244) alto consumo de sal y el 60% (n=379) alto consumo de azúcar. Mientras en Esmeraldas, el bajo consumo de frutas y verduras se dio en el 73% de las personas (n=532), el 58% (n=426) y el 45% (n=331) tuvieron alto consumo de sal y de azúcar respectivamente. En Quito, las personas >65 años tenían mejor dieta que las personas entre 18 y 39 años, mientras que las personas con estudios superiores tenían peor dieta que las personas sin estudios. En Esmeraldas, las personas de 18 a 39 años, sin educación formal, que reciben <100$ mes tenían peor dieta. Conclusiones: Dado el impacto de una dieta saludable en la prevención de ENT, las políticas de salud deberían orientarse a reducir las desigualdades alimentarias teniendo en cuenta la edad, los ingresos y el nivel educativo.
Palabras clave: enfermedades crónicas no transmisibles, dieta, Ecuador, determinantes sociales de la salud.