https://doi.org/10.37527/2023.73.S1
1Instituto Nacional De Higiene, Epidemiología y Microbiología. Centro de Nutrición e Higiene de los Alimentos, La Habana, Cuba.
Introducción: La seguridad alimentaria y nutricional, prioridad en la actualización del modelo de desarrollo económico y social. El Estado crea condiciones para su alcance como aspecto central en el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19 y cumplir con la Agenda 2030. Objetivo: Describir las acciones nacionales dirigidas a lograr la articulación de los programas a las estrategias de desarrollo que aborden los componentes de la seguridad alimentaria y los principales desafíos para su implementación. Métodos: Revisión y análisis de documentos rectores aprobados en el último quinquenio con énfasis en la Constitución de la República y debates con productores de alimentos, gobiernos locales, lideres comunitarios entre otros actores. Consultados artículos científicos y empleadas técnicas de la investigación cualitativa como acción participativa y trabajo en equipo. Resultados: Aprobados Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional y Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional. El Estado facilita la organización de sistemas alimentarios locales que integran la producción, transformación, comercialización y consumo de alimentos, fomento de la cultura alimentaria incluida la responsabilidad ambiental. Destacan como acciones prioritarias el despliegue de tecnologías para la conservación de producciones agrícolas, fortalecimiento de encadenamientos productivos y actores de la economía cubana, despliegue del movimiento de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar con favorable impacto en las comunidades. Destacan como desafíos las limitaciones para acceder al mercado internacional, insuficiente producción nacional de alimentos y dependencia de importaciones para cubrir las necesidades alimentarias, degradación progresiva de los recursos naturales, alta dependencia de uso energético proveniente de combustibles fósiles y grandes pérdidas del sector agropecuario ocasionadas por el impacto de eventos hidrometeorológicos extremos y el cambio climático. Conclusiones: La gestión articulada entre el gobierno, la universidad, la ciencia, expertos y técnicos han permitido perfeccionar la gestión de los programas de alimentación de manera innovadora con enfoque local y enfrentar los grandes desafíos para mantener los logros en salud y nutrición de manera sostenida, avanzar en las políticas alimentarias con igualdad y lograr la meta vinculada al Objetivo de Desarrollo Sostenible 2: Hambre Cero y Desnutrición al 2030.
Palabras clave: soberanía alimentaria, educación nutriciona, desarrollo local.