https://doi.org/10.37527/2021.71.S1
1Programa Mundial de Alimentos, Quito, Ecuador, 2Programa Mundial de Alimentos Oficina Regional, Ciudad de Panamá, Panamá, 3Instituto Nacional de Salud Pública, Ciudad de México, México.
Antecedentes y objetivo. El Instituto de Salud Pública (INSP) de México y la Oficina Regional del PMA, desarrollaron una encuesta en línea, para analizar la asociación de los factores relacionados a la mitigación de la pandemia COVID-19 y la calidad de la dieta, así como su interacción con las diferentes características sociodemográficas de la población. ajustada al contexto ecuatoriano, enfocado al cambio de hábitos vinculado a dietas no-saludables. Se conformó un equipo técnico de gobierno. Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Inclusión Económica y Social, Secretaría del Plan toda Una Vida y PMA Ecuador.
Métodos. Recolección de datos en línea (encuesta autoadministrada) en la plataforma (MoDA-PM). Se recibieron 197.600 encuestas válidas, submuestra de análisis. 23.889 casos.
Resultados. 51% mujeres, 49%hombres, 1% otros. 55% vive con pareja e hijos/as. 1 de cada 2 personas vive en hogar con dependencia del 75% o más. 66% tiene ingresos menores a 399 USD mensual, 73% último nivel de instrucción secundaria. 8 de cada 10 disminuyeron ingresos. 7 de cada 10 tienen apoyo público destinado a. compra de alimentos (86%) 44% salud, 27% educación, 7% vivienda, 11% otros rubros. 67% dedica más tiempo libre a preparación de alimentos; 46% redujo tiempo en actividad física. 46% redujo el consumo de comida Saludable. 33% disminuyó peso desde el brote COVID-19. 64% reporta dieta diversa; 36% no tiene diversidad en su dieta. 34% come más por estrés, depresión y/o aburrimiento. 33% tiene inseguridad alimentaria moderada; 14% inseguridad alimentaria severa (análisis basado en variabilidad de la dieta). 53% tiene seguridad alimentaria
Conclusiones. Estas cifras son una mirada del impacto de la crisis COVID-19. El consumo de una dieta diversa se relaciona principalmente con el nivel de ingresos de los hogares y el nivel de educación del jefe o jefa de hogar de las personas encuestadas. Personas con menos ingresos acumulan mayor vulnerabilidad, esto tiene importantes repercusiones al considerar los efectos de la emergencia sanitaria, la cual deteriora aún más la compleja situación de las personas de bajos ingresos, agudizando la situación de consumo y compra de alimentos nutritivos.
Palabras clave: pandemia, COVID-19, consumo alimentos, hábitos.