Los déficits nutricionales en la mujer deportista causan numerosos problemas de salud, así como un empeoramiento en el rendimiento deportivo, como consecuencia de estas deficiencias nutricionales. El conocimiento de estos déficits y su prevención deben ser un aspecto principal para cualquier responsable deportivo. Establecer la importancia del estudio de los déficits de energía, proteínas, minerales (Fe, Ca y Mg) y vitaminas (Vitamina D, ácido fólico y vitamina B12) que pueden desarrollar las mujeres deportistas y su relación con la prevalencia de la tríada femenina y constatar la importancia del conocimiento por parte de los responsables deportivos de los problemas derivados de los déficits nutricionales. Se realizó una búsqueda bibliográfica de artículos, entre 2013-2020, relevantes para el objetivo de estudio. Se usaron bases de datos científicas como PubMed y Pennutrition, siguiendo los criterios de exclusión e inclusión elegidos para este estudio. 51 artículos fueron encontrados. Los resultados mostraron la prevalencia de energía, Fe, vitamina D y Ca, así como un suficiente aporte proteico, faltan estudios para determinar los niveles de vitamina B12 y ácido fólico. Se observó, además la prevalencia de mujeres que cumplen con uno o varios factores de riesgo para el desarrollo de la tríada de la deportistas femenina. Es imprescindible la prevención o, el tratamiento, de los déficits nutricionales en las mujeres deportistas para asegurar un correcto estado de salud y un rendimiento deportivo óptimo. Arch Latinoam Nutr 2020; 70(3): 191-204.
Palabras clave: Nutrición deportiva, mujer deportista, déficits nutricionales, tríada.
Introduction: Nutritional deficiencies in women athletes cause numerous health problems, as well as a worsening of sports performance, as a result of these nutritional deficiencies. Awareness of these deficiencies and their prevention should be a major aspect for any sports manager. The aim of the study was to establish the importance of studying the deficits of energy, protein, minerals (Fe, Ca and Mg) and vitamins (Vitamin D, folic acid and vitamin B12) that can be developed by female athletes and their relationship with the prevalence of the female triad and to establish the importance of knowledge by sports managers of the problems arising from nutritional deficiencies. 51 papers were found. A bibliographic search of relevant articles for the study objective was carried out (2013-2020). Scientific databases such as PubMed and Pennutrition were used, following the exclusion and inclusion criteria chosen for this study. The results showed the prevalence of energy, Fe, vitamin D and Ca, as well as sufficient protein intake and a lack of studies to determine the levels of vitamin B12 and folic acid. In addition, the prevalence of women meeting one or more risk factors for the development of the female sports triad was observed. It is essential the prevention or, treatment, of nutritional deficits in female athletes to ensure proper health status and optimal sports performance. Arch Latinoam Nutr 2020; 70(3): 191-204.
Key words: Sports nutrition, sportswomen, nutritional deficits, triad.
https://doi.org/10.37527/2020.70.3.005
Autor para la correspondencia: Miguel Mariscal-Arcas, email: [email protected]
En deportistas de alto nivel, existen factores en el mantenimiento óptimo de la salud (1) para evitar posibles perjuicios derivados de la práctica deportiva (2, 3). Este menoscabo aparece derivado del elevado gasto energético, respecto a la población general, y de sus requerimientos tanto energéticos como nutricionales, aumentados (4-9). La justificación fisiológica del riesgo de déficits en deportistas se debe a un aumento del catabolismo proteico, de hidratos de carbono y de energía, y una mayor eliminación de vitaminas y minerales a través de heces, sudor y orina. (8). Los problemas generales más prevalentes que aparecen cuando no se cubren los requerimientos mínimos necesarios son (10): baja disponibilidad energética, descenso del rendimiento, déficits vitamínicos y problemas psico-nutricionales. Actualmente, casi el 50% de la población femenina mundial se muestra interesada en el deporte (11), creciendo de forma exponencial. La mayoría de los estudios relacionados con el deporte investigan en población masculina, por lo que es importante que se aumenten las investigaciones en las deportistas femeninas. El riesgo de padecer déficits nutricionales es acentuado en población femenina por su fisiología presentando mayores necesidades de determinados micronutrientes como hierro, calcio o folatos (12). Este problema se agudiza en deportistas ya que presentan un mayor riesgo de déficits por una menor disponibilidad de energía (13), lo que provoca un aumento en el riesgo de lesiones y alteraciones en el ciclo menstrual, pudiendo interferir en su rendimiento deportivo. Los requerimientos de hierro, calcio y vitamina D son especialmente importante para la mujer deportista (14). Calcular y monitorizar las necesidades concretas de cada deportista, de manera individualizada, es la forma de prevención o tratamiento más adecuada para evitar déficits energéticos que son recurrentes en esta población (10, 15).
Uno de los problemas más frecuentes derivados de la insuficiencia nutricional en las mujeres deportistas es la llamada triada. Es una enfermedad que cursa con la suma de tres factores (16-18): Déficit energético, amenorrea y osteoporosis. Es imprescindible detectar la prevalencia de mujeres que tienen cualquiera de estos factores de riesgo para evitar la implantación posterior de la tríada. Se estima que en el atletismo, el 30-50% de las deportistas padecen factores de riesgo asociados a la tríada (19-21). Como factor de prevención eficaz estaría el aporte energético suficiente y la educación nutricional así como un abordaje temprano (15-18, 20).
El objetivo fue establecer la importancia del estudio de los déficits de energía, proteínas, minerales (Fe, Ca y Mg) y vitaminas (Vitamina D, acido fólico y vitamina B12) que pueden desarrollar las mujeres deportistas y su relación con la prevalencia de la tríada femenina y constatar la importancia del conocimiento por parte de los responsables deportivos de los problemas derivados de los déficits nutricionales.
Se inició una búsqueda de las publicaciones más relevantes relacionadas con la afectación nutricional en deportistas para, posteriormente, centrarse en la nutrición en deportistas femeninas (Figura 1). Se observan estudios relevantes de la ‘‘triada de la mujer deportista’’ centrados con el objetivo del trabajo. Los criterios de búsqueda se realizaron principalmente en PUBMED, seguidas de Pennutrition, biblioteca de la UOC, Eureka (Editorial Médica Panamericana) y OMS. Se seleccionaron los artículos más relevantes a partir de 2013, incluyendo estudios tanto en inglés como en castellano. Las palabras claves utilizadas fueron: ``relevance sports nutrition´´, ``rest nutrition sport´´, ``sport nutrition´´, ``triad female´´, ``female sports´´, ``female athlete´´, ``deficits in female athlete´´. Debido a la extensa documentación con el término ``nutrición deportiva/sports nutrition´´ se acotaron a estudios que mostraran relevancia entre la nutrición y el rendimiento. No se seleccionaron estudios que declarasen conflictos de interés.
Criterios de inclusión: artículos de 2013 a 2020, sobre los aspectos de interés en el estudio y que mostraran de forma objetiva y accesible los resultados y objetivos.
Criterios de exclusión: artículos centrados únicamente en la suplementación deportiva; los relacionados con un tipo de alimentación concreta (vegetarianos, celiacos); aquellos basados en una muestra con alguna patología concreta; estar dirigidos a población infantil; estudios descartados con sujetos menores de 18 años como población diana; los que sólo mostraran deportistas con desórdenes alimentarios; estudios exclusivos de deportistas masculinos; estudios anteriores a 2013; no se utilizaron estudios que declarasen conflictos de interés.
La búsqueda de estudios utilizados para los resultados, se centró en energía, proteínas, hierro, vitamina D, otros micronutrientes de interés y tríada en la deportista femenina. Para ello se introdujo en PubMed, ‘’nutritional female athelete’’, ‘’energy intake female athlete’’, ‘’protein intake female athlete’’. En Google Scholar: ‘’requerimientos de la mujer deportista’’ y ‘’nutrición mujer deporte’’. Búsquedas en MedScape: ‘’Female Athlete’’. Hierro: Mediante PUBMED se buscó ‘’iron athlete female’’ y ‘’anemia female athlete’’. Vitamina D. Se buscó en PUBMED ‘’vitamin D female athlete’’ Otros micronutrientes: "Calcium female athlete", "magnesium female athlete", "status micronutrients female athlete" y "B vitamin female athlete".
Tras la recopilación de artículos, la información se resumió y presentó en las Tablas 1-6. En ellas se muestra: Autor, año, indicios de calidad de la revista científica, título, tipo de documento, objetivos y resultados.
La base de datos en la que se encontró mayor número de trabajos publicados sobre el tema de esta revisión fue en PUBMED. Se exponen 6 tablas de resultados, siguiendo los criterios de exclusión e inclusión para esta revisión, de los 51 artículos encontrados, se seleccionaron y revisaron un total de 42 artículos. Los estudios están agrupados por requerimientos energéticos, de distintos micronutrientes y los dirigidos a la tríada de la deportista femenina. En la Tabla 1 se muestran estudios acerca del déficit energético en la mujer deportista con un total de 7 artículos revisados de 8 artículos encontrados. En la Tabla 2 estudios acerca de los niveles de proteína en mujeres deportistas con un total de 5 artículos revisados de 8 artículos encontrados. En la Tabla 3 estudios acerca del estatus y requerimiento de hierro en mujeres deportistas con un total de 7 artículos revisados de 9 artículos encontrados. En la Tabla 4 estudios sobre el déficit de vitamina D en las mujeres deportistas revisando los 9 artículos encontrados. En la Tabla 5 estudios analizando el estatus de vitamina B12, calcio, magnesio y folatos en mujeres deportistas con un total de 7 artículos revisados de 9 artículos encontrados. En la Tabla 6 artículos acerca de la situación de la tríada femenina en la mujer deportista con un total de 7 artículos revisados de 8 artículos encontrados.
Déficit energético. Las necesidades energéticas varían mucho en las deportistas femeninas, dependiendo de su deporte, características y momento de la temporada (22-26). Poseen mayor riesgo de padecer ‘’baja energía’’ debido a la menstruación y desórdenes alimentarios, con preocupación por el peso e imagen corporales (13) siendo, el déficit energético, un factor limitante en la práctica deportiva (27). Conocer la prevalencia de los déficits y los factores de riesgo por parte del responsable deportivo o los entrenadores en esta población es de interés(28, 29). La deficiencia de energía no anémica es un hallazgo común entre las deportistas femeninas, especialmente en las deportistas de fondo. En cualquier grupo de deportistas de entrenamiento de resistencia, se puede esperar que 1 de cada 3-4 mujeres cumplan los criterios de identificación de déficit energético no anémico. En todos los artículos revisados las deportistas presentan balance energético negativo. La prevalencia en los estudios varía del 30% al 70% de la muestra estudiada (tabla 1). Los estudios de Mountjoy et al., Bernad et al y Jagmin et al, (24, 30, 31) muestran el efecto negativo que posee la baja disponibilidad de energía para las deportistas con relación al rendimiento deportivo. Jagmin et al. (31) demuestran que la intervención de un nutricionista que eduque y enseñe nutricionalmente a las deportistas, ayudaría a una menor incidencia de lesiones y mejora del rendimiento cubriendo, por tanto, sus necesidades energéticas tan severas derivadas de su condición fisiológica.
Consumo de proteínas. Las necesidades de proteínas dependen del tipo e intensidad de la actividad física realizada, de la masa muscular, de los depósitos de glucógeno muscular almacenados y la cantidad de hidratos de carbono de la dieta (24). Las recomendaciones que existen actualmente acerca de la ingesta diaria de proteínas (0,8g/kg/día) son insuficientes para cubrir los requerimientos de este macronutriente en los deportistas (25, 32). Sin embargo, existe un consumo por encima de estas recomendaciones en la mayoría de las deportistas (Tabla 2). En todas las investigaciones estudiadas, excepto en la revisión de Rossi (13), las deportistas cumplen o sobrepasan las recomendaciones para este nutriente.
Ingesta de hierro. Los deportistas necesitan mayores cantidades de hierro que la población general (13, 33), condición que se ve incrementado en mujeres, entre otros motivos, por las pérdidas durante la menstruación (13). El hierro es un factor crucial en la formación de hemoglobina y metabolismo intracelular. Un déficit de hierro corporal como resultado de una ingesta dietética inadecuada y/o pérdidas excesivas puede afectar negativamente a la función inmune, la regulación de la temperatura, las capacidades cognitivas, la eficiencia del metabolismo energético y al rendimiento deportivo (27, 33). Se ha estimado que las necesidades de hierro para los deportistas con entrenamiento intenso, especialmente los deportistas de resistencia pueden ser 30-70 % más que los no deportistas (34). Todos los estudios muestran deficiencia de hierro en mujeres deportistas, con un porcentaje de entre 18-60 % de prevalencia. El porcentaje de deportistas con anemia instaurada fue de 0,9-20 % (Tabla 3). Los datos de los resultados de esta investigación coinciden con otras revisiones como las de Rossi (13) y Coates et al. (35), cuyos resultados son similares: 50-60 % déficit y 20 % anemia instaurada. La investigación de Ong et al. (34) demostró que la ingesta de hierro era inferior a las recomendaciones en el 88,8 % de las deportistas estudiadas. Monitorizar los niveles de hierro de las deportistas femeninas y asegurar una ingesta adecuada podría ser suficiente para evitar los déficits y asegurar así un rendimiento deportivo óptimo, evitando los riesgos de niveles insuficientes para la salud (36-39).
Ingesta de vitamina D. Respecto al déficit de Vitamina D, es importante para la función inmune, síntesis de proteínas, función muscular, respuesta inflamatoria, crecimiento celular y regulación del músculo esquelético. Su déficit provoca debilidad muscular, osteoporosis, y posible déficit del rendimiento (40-46). El estado de vitamina D depende de algunos factores: lugar del mundo donde se viva, exposición solar, ingesta dietética, etc. Está en estudio su estatus e impacto en el rendimiento deportivo. Varios artículos muestran una prevalencia de déficit entre la población deportista, incluyendo las mujeres. La prevalencia de déficit y los valores sanguíneos en las deportistas varían dependiendo de la época del año en la que fueron tomados (44). En los estudios se ha establecido como valor de referencia de insuficiencia en vitamina D (OH) 25: <30 ng/mL y deficiencia: <20 ng/mL.
En todos los trabajos consultados existe una insuficiencia de vitamina D que varía del 2% al 54%. Los resultados para la deficiencia fueron menores, con un porcentaje variable del 1,8% al 31% (Tabla 4). El nivel más bajo obtenido de insuficiencia fue descrito por Backx et al. (44), dónde en septiembre tan solo un 2% presentaron el déficit. Con ello demuestran que la exposición solar incide en un porcentaje muy elevado sobre los niveles. Además, el trabajo de Gastrich et al. (45) describen el papel fundamental que desempeñan los expertos en nutrición sobre los valores de vitamina D. Por ello, monitorizar a las deportistas y educar sus hábitos tanto de ingesta de vitamina D como de exposición solar, puede ayudar a controlar los niveles de esta vitamina y evitar problemas futuros.
Ingesta de calcio, magnesio, vitamina B12 y Acido Fólico. En el déficit de otros micronutrientes relacionados con la mujer y el deporte, los más prevalentes son el calcio, magnesio, ácido fólico o vitamina B12. La deficiencia más marcada fue la del calcio, seguido de insuficiencia de magnesio. La deficiencia de vitaminas del grupo B y folatos no fue tan alta como los otros micronutrientes estudiados (Tabla 5). En seis trabajos se describen insuficiencias de ingesta o bajos niveles de calcio en las deportistas. La prevalencia de deportistas con insuficiencia de calcio fue de 39-90%, dependiendo del estudio. Nepocatych et al. (50) describieron que las mujeres tenían niveles de RDI 10-25% por debajo de las recomendaciones. Ong et al. (34) estimaron que las deportistas hacían una ingesta media de 700 mg, es decir, 300 mg por debajo de las recomendaciones (1000 mg/d). Con ello se afirma que hay una insuficiencia de este micronutriente en gran parte de las deportistas femeninas, lo que influiría en su rendimiento e incluso podría aumentar el riesgo de padecer patologías derivadas de su carencia como es el caso de la osteoporosis. La deficiencia de magnesio se estimó en un 88% según el estudio de Burkhart et al. (49), coincide con Nunes et al. (48), que lo observaron en más del 50% de las deportistas. Nunes et al. (48) describe que de media se encontraban con ingestas un 25% inferiores a las marcadas por la RDI (1,8 mg/d). Las deficiencias de vitamina B12 y ácido fólico no se encontraron de forma elevada. Las deportistas estudiadas por Habte et al. (36) mostraron niveles sanguíneos suficientes para estos micronutrientes.
Sin embargo, Nunes C et al. (48) describieron ingestas insuficientes para ambos. Hacen falta más estudios para determinar los niveles de las deportistas y si poseen o no déficit, tanto en la ingesta como en los valores sanguíneos.
Prevalencia de tríada. La tríada de la mujer deportista va cobrando mayor interés actualmente encontrándose pocas publicaciones que la analicen (51-53). En los estudios revisados existe consenso sobre el desconocimiento de la misma por parte de los entrenadores, médicos o responsables deportivos. Hay una prevalencia muy variable de deportistas con la tríada establecida, debido a la dificultad de diagnóstico. La mayoría de los estudios analizan la presencia de uno o varios factores de riesgo para el desarrollo de la tríada. Matzkin et al. (51) sitúa el porcentaje de deportistas con tríada instaurada en un 1-4%. Un estudio más reciente realizado por Statuta et al. (53) la sitúa entre el 0% y 54%, diferencias muy grandes y rangos elevados que evidencian la falta de un mayor estudio sobre esta patología. Otros trabajos describen los factores de riesgo que provocarían un probable desarrollo de la tríada si no se corrigen, estimándose en un 78% según Matzkin et al. (51) y Kim et al. (57). Según Daily et al. (54) y Mehta et al. (55) fue entorno al 60%. La presencia de dos factores de riesgo se situó entre 2,7-32 %. Cumplir los tres factores de riesgo se describió para 0-15,9 % de las deportistas. En cuanto a los factores de riesgo, la prevalencia de riesgo de fractura ósea se ha situado entre el 22-50% de las deportistas, con resultados similares en los estudios que lo analizaron (Tabla 6). Los trastornos menstruales (amenorrea) los han sufrido entre el 18,8-69% de las mujeres deportistas estudiadas. La falta de energía está entre el 22-58% de las deportistas, con un riesgo en la conducta alimentaria en torno al 0-48%, dependiendo del tipo de deporte que realice (58). Los riesgos de conductas alimentarias alteradas aumentan en deportes de peso o estéticos. Todos los datos recogidos muestran que hay un riesgo evidente para las deportistas de sufrir o desarrollar la tríada de la deportista femenina. Los estudios de Daily et al. (54), Mehta et al. (55) y Kim et al. (57) describen también la importancia de un abordaje temprano para la tríada. Los responsables deportivos deben conocer la enfermedad y los factores de riesgo asociados a ella para prevenir su futuro desarrollo. La presencia de déficits nutricionales en las mujeres deportistas ha quedado evidenciada en este estudio. Se propone una profundización en los métodos de prevención o tratamiento específicos para cada déficit.
Las mujeres deportistas poseen déficits nutricionales que afectan a su rendimiento deportivo y pueden poner en riesgo su salud. La baja disponibilidad de energía es frecuente en las deportistas de élite y deportes de bajo peso, comprometiendo así su rendimiento y su salud nutricional. Las deportistas exceden los requerimientos proteicos específicos para su condición. Entre las mujeres deportistas, se ha evidenciado una carencia de hierro, vitamina D, calcio y magnesio, como consecuencia de una ingesta deficitaria. Faltan estudios para establecer el estatus bioquímico e ingesta de ácido fólico y vitamina B12 en mujeres deportistas. Un porcentaje alto de deportistas poseen uno o más factores de riesgo para desarrollar posteriormente la tríada de la deportista femenina, siendo un problema grave que puede derivar en el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) o futuras enfermedades como osteoporosis. Existe un desconocimiento por parte de los responsables deportivos sobre la tríada y otros déficits, que ponen en riesgo la salud y el rendimiento de las deportistas. La monitorización de las deportistas y la educación nutricional, son métodos de prevención de déficits que han demostrado eficacia. Se debe seguir investigando en esta línea de trabajo, profundizando en los métodos de prevención o tratamiento específicos para cada déficit con el fin de mejorar la salud y optimizar el rendimiento de las mujeres deportistas.
Este estudio fue financiado por la Junta de Andalucia, España (Nutricion, Dieta y Evaluación de Riestos AGR255) y por fondos FEDER-ISCIII PI14/01040.
Los autores agradecen a la UOC el uso de material de investigación derivado de sus Másteres Universitarios.
Todos los autores han revisado y aprobado el manuscrito. Ninguno de los autores tiene conflictos de interés.
Recibido: 26/07/2020
Aceptado: 24/11/2020