1 Escuela de Nutrición y Dietética. Facultad de Medicina. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela. 2 Fundación Bengoa. Caracas, Venezuela. 3 Unidad de Investigación: Bioantropología, Actividad Física y Salud. Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Dr. Rodolfo Quintero. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela.
Introducción: El esfuerzo para disminuir el hambre en el mundo muestra una tendencia positiva en disminuir el número de personas que padecen hambre en más de 100 millones en la última década, pero aun cerca de 805 millones de personas en el mundo -una de cada nueve-, padecen hambre según la ONU (2014), en especial niños y mujeres pobres y rurales. Objetivo: Conocer el estado nutricional antropométrico, el consumo de alimentos y la inseguridad alimentaria en adolescentes de una comunidad rural del Estado Apure, en el llano venezolano. Muestra: 44 adolescentes entre 11 y 13 años, 45% masculino y 55% femenino, escolarizados. Métodos: Estudio transversal, donde se aplicó la Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria (ELCSA) y recordatorio de 24 horas, se tomó peso, talla y se calculó el IMC. Análisis estadístico: Se aplicaron pruebas t, chi2 y Kruskal-Wallis. Resultados: En la alimentación predominan cereales, grasas y bebidas azucaradas, 14% de los adolescentes resultaron con déficit o exceso con diferencia significativas en talla entre los sexos. El consumo calórico fue de 1832 y 1570 kcal en adolescentes masculinos y femeninos respectivamente. Igualmente el consumo de hierro fue significativamente más alto en los masculinos, en especial a los 12 y 13 años. 57% presentó inseguridad alimentaria. No se encontraron diferencias en peso talla, IMC y estado nutricional, tampoco en el consumo de energía y nutrientes y número promedio de alimentos consumidos por tiempo de comida entre los grupos con y sin inseguridad alimentaria. Conclusiones: La situación de inseguridad alimentaria en estos grupos no parece ser determinante con el estado nutricional de los adolescentes, persisten deficiencias en el consumo de nutrientes, que están en concordancia con una dieta monótona, de baja calidad, en la cual predominan grasas, azúcares y cereales procesados.