Póster

PO300. POTENCIAL PARA INTERVENCIONES EN SALUD DEL SNACKING EN ARGENTINA

Esteban Carmuega1, María Elisa Zapata1, Alicia Rovirosa1

1 Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Introducción: El hábito de snackeo está aumentando a nivel mundial, pero el patrón y aporte nutricional del snakeo en la población Argentina es poco conocido. Objetivo: Evaluar el hábito de snackeo en la población argentina, su aporte y calidad nutricional. Metodología: Estudio transversal en una muestra probabilística, polietápica, en las principales ciudades de Argentina, compuesta por 1363 individuos de 3 a 69 años que completaron un cuestionario autoadministrado de 7 días. Se definió como snackeo al consumo de alimentos fuera de las 4 comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Se clasificaron los alimentos y bebidas utilizando el modelo de perfiles nutricionales de FSA, y en base a ello se clasificó a los individuos de acuerdo a su perfil semanal de snackeo. Se calculó el aporte nutricional de los alimentos consumidos. Resultados: El 79% de la población argentina snackea, con 0,9±0,1 snackeos/día en promedio. El snackeo aportó en promedio 151±3kcal (6.5% de la energía diaria), representando en preescolares 172kcal (12%), en escolares 194kcal (10%), en adolescentes 176kcal (6%) y en adultos 135kcal (5%). Los alimentos más consumidos fueron bebidas e infusiones con azúcar (19%), frutas (17%), panificados y galletitas (14%), bebidas e infusiones sin azúcar (13%), yogur (9%) y azúcares, dulces, golosinas y postres (9%). El 54% de los alimentos fueron categorizados como saludables. El 33% de los individuos presenta perfil de snackeo saludable, el 30% menos saludable y los restantes perfil mixto. Los individuos con perfil menos saludable 70% más energía, el triple de grasas totales, AGS, azúcares libres y sodio, y la mitad de fibra, vitamina A, C y D por snacking. Conclusiones: El snackeo es frecuente y regular en todos los ámbitos y edades, el mejor conocimiento del patrón individual de snacking permite diseñar intervenciones destinadas a mejorar la calidad de la dieta.