1 Escuela de Nutrición. Universidad de La República, Montevideo, Uruguay; 2 Universidad Católica del Uruguay.
Introducción: Un estudio ecológico del año 1975 mostró una fuerte correlación entre el consumo de grasa láctea (DGL) y la mortalidad por enfermedad cardiovascular (ECV). Este trabajo evaluó tendencias respecto a factores de riesgo de ECV y consumo aparente de grasa láctea, contribuyendo a actualizar los conocimientos arrojados en el pasado. Metodología: Se tomaron estadísticas de mortalidad de la OMS (OMS, 2014). Datos de evolución de prevalencia de obesidad, consumo de tabaco y alcohol se tomaron de las estadísticas sanitarias de la OMS. La disponibilidad de grasa láctea para consumo humano se tomó de las Hojas de Balance de Alimentos (FAOStat, 2011). Los datos se procesaron con el paquete estadístico SPSS versión 20. Resultados: La mortalidad por ECV mostró alta prevalencia entre los adultos. Las tendencias de sus factores de riesgo no han sido homogéneas, destacándose el incremento de la obesidad, del consumo de alcohol y de la disponibilidad de grasa láctea, al tiempo que se observó una disminución del consumo de tabaco. La tendencia de la mortalidad cardiovascular en el tiempo no se correlacionó proporcionalmente con la evolución de la disponibilidad de grasa láctea para consumo humano. La correlación entre la mortalidad cardiovascular y la DGL para consumo en hombres y mujeres, no encontró una asociación estadísticamente significativa. Conclusiones: En la actualidad no existe correlación significativa entre la DGL y la mortalidad por ECV a diferencia de las observaciones encontradas en el pasado. Esto se podría atribuir al diseño de investigación y al carácter multifactorial de la ECV. La restricción del consumo de grasa láctea como factor de riesgo conocido debe formar parte de un conjunto de estrategias integrales de acción para la prevención y control de la ECV.