1 Dept de Biorecursos, Universidad McGill, Sainte-Anne-de-Bellevue,Canada; 2 Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (IARNA), Universidad Rafael Landívar, Guatemala; 3 Instituto de Seguridad Alimentaria Mundial, Universidad McGill, Montreal, Canada.
Varios programas de desarrollo agrícola se han implementado para combatir la inseguridad alimentaria en los pequeños productores agrícolas. En particular, se han desarrollado programas de producción para el mercado y programas de producción agrícola para el autoconsumo, los cuales presentan beneficios y vulnerabilidades distintas para las comunidades beneficiarias. No obstante, la inseguridad alimentaria y su interacción con los sistemas agrícolas son parte de un sistema socioeconómico y ambiental muy complejo, y las metodologías (generalmente estadísticas) actuales para el análisis de los impactos de programas agrícolas sobre la inseguridad alimentaria no toman en cuenta las dinámicas complejas entre los variables que componen estos sistemas. Esta falta de métodos para el análisis de las dinámicas complejas y sostenibilidad a largo plazo de programas agrícolas, en turno, ha impedido nuestra capacidad de diseñar intervenciones agrícolas sustentables. Se propone aquí una nueva metodología participativa, basada en modelización de dinámicas de los sistemas, para analizar el impacto del tipo de sistema agrícola en la seguridad alimentaria de las comunidades. Esta metodología, por tomar en cuenta los ciclos y retroalimentaciones entre variables tanto socioeconómicas que biofísicas de manera cuantitativa, ofrece una importante oportunidad para analizar la sostenibilidad de cada sistema agrícola y desarrollar intervenciones que toman en cuenta sus vulnerabilidades. Se aplica esta metodología en dos estudios de caso en Guatemala: una comunidad de producción agrícola para la autosuficiencia, y una de producción agrícola para el mercado. Por incluir un gran rango de actores en desarrollo agrícola de cada comunidad en el desarrollo participativo de los modelos, esta metodología genera modelos socioeconómico-ambientales, en ambos sistemas, que incorporan una gran variedad de visiones y factores afectando la seguridad alimentaria. Al comparar los modelos de cada estudio de caso, se identifican los retos de sostenibilidad, y se desarrollan intervenciones apropiadas, para cada uno de los sistemas agrícolas.