La sarcopenia es un sindrome geriátrico frecuente en la práctica clínica. El número de personas mayores afectadas y su relación con la incapacidad, fragilidad, muchas enfermedades, hábitos de vida y resultados adversos son de gran relevancia en la práctica geriátrica. Además los cambios biológicos que conducen a la pérdida de fuerza y masa muscular se relacionan intrínsecamente con los mecanismos de envejecimiento. La ingesta de proteínas constituye el elemento fundamental para lograr una adecuada masa muscular en la juventud que se mantega hasta edades avanzadas. Por este motivo, es necesario optimizar la ingesta proteica en mayores, ya que se estima que un 32-41% de las mujeres y un 22-38% de los varones con edad igual o superior a los 50 años consumen proteínas por debajo de las recomendaciones existentes (DRI: Dietary Reference Intakes). En las personas mayores coinciden algunos hechos fundamentales. Por una parte, la ingesta proteica es inadecuada, y de hecho se postula que las DRI para proteínas (0.8g/kg/día) no son suficientes. Así se propone alcanzar 1.0-1.2 g/kg/día hasta obtener resultados concluyentes en los estudios en proceso. Por ahora, no se aconseja exceder 1.6 g/kg/día. El empleo de las RDI está basado en cálculos de balance nitrogenado que no expresan los requerimientos proteicos necesarios para prevenir la aparición de la sarcopenia. Además, no considera las modificaciones que acompañan al envejecimiento (reducción de masa muscular, incremento del compartimento graso, cambios en la ingesta alimentaria, niveles de actividad física y existencia de comorbilidad. Si bien no hay diferencias en la absorción intestinal de aminoácidos entre grupos de edad, el déficit de ingesta de aminoácidos esenciales es relevante y obliga a intervenir nutricionalmente con la suplementación oral, cobrando un papel fundamental la leucina por menor sensibilidad metabólica a sus efectos anabólicos. En el anciano se ha descrito una mayor resistencia a la insulina, que mejora al realizar ejercicio aeróbico. Su efecto sobre la síntesis proteica depende del aumento de la vascularización muscular mediada por el óxido nitrico. En las personas mayores las concentraciones de endoltelina-1 en respuesta a la secreción insulínica postprandial, actuando como antagonista del óxido nítrico. El aporte proteico eleva los niveles de factor de crecimiento de tipo insulina (IGF-1), que tiene efectos anabólicos sobre el músculo. El papel del estrés oxidativo en el envejecimiento que provoca daño oxidativo en el AND, proteínas y lípidos. El daño celular se explica por factores extrínsecos e intrínsecos. Dentro de los factores extrínsecos se destaca una ingesta alimentaria pobre en elementos antioxidantes, sobre todo carotenoides, que son el mayor marcador biológico del consumo de frutas y verduras. Desde el punto de vista nutritional, la ingesta de carotenoides puede contrarrestar este fenómeno y mejorar la calidad del músculo. Estos elementos forman parte de la membrana celular e inhiben la peroxidación lipídica. Para lograr una síntesis proteica muscular adecuada es fundamental el aporte de aminoácidos derivados de la dieta, y provenientes de proteínas de alto valor biológico. Así, se ha observado que la ingesta de aminoácidos esenciales como la leucina mejora la síntesis proteica cuando se ofrece al finalizar la actividad física. El efecto estimulante de los aminoácidos esenciales se debe a la acción directa de la leucina al comienzo de la síntesis proteica. Aumentar la proporción de leucina en una mezcla de aminoácidos esenciales puede mejorar la respuesta anabólica muscular en el sujeto mayor por diferentes mecanismos (vías intracelulares de síntesis proteica muscular y mecanismos independientes de la insulina) y ser similar al observado en sujetos jóvenes. Este efecto anabólico se mantiene a largo plazo, aunque el proceso de síntesis proteica es saturable, por lo que el aporte de aminoácidos esenciales debe respetar ciertos niveles. Por otra parte, el volumen y aporte energético de los suplementos utilizados debe ser razonable para no enlentecer el vaciamiento gástrico y aumentar la saciedad. Para alcanzar la máxima eficacia en la formulación se deben aportar los nutrientes que sean absolutamente necesarios para la síntesis proteica, minimizando las fuentes de energía procedente de aminoácidos no esenciales e hidratos de carbono. Palabras clave: Sarcopenia, proteínas, leucina.