Introducción: La desnutrición y la pobreza son el más grande malestar de la sociedad contemporánea. En un mundo donde la tecnología y los avances científicos nos ubican en la cúspide de la civilización, es inaceptable que sigamos enfrentando retos que deberían ser parte del pasado. Erradicar la desnutrición es una responsabilidad moral, política y legal que debemos atender cuanto antes Desarrollo. En México, como en el resto de la región, la desnutrición continúa siendo un reto mayúsculo. Alrededor de 27.4 millones de personas aún padecen pobreza alimentaria y muchas más son víctimas de malnutrición. A estos desafíos se han sumado los del sobrepeso y la obesidad. Los retos crecen y la política social debe fortalecerse para superarlos. La Cruzada Nacional contra el Hambre, reconoce como prioridad del Estado mexicano el acceso a una alimentación adecuada. A través de la Cruzada, se atiende a 4.2 millones de mexicanos y mexicanas en condición de pobreza extrema con carencia alimentaria, en los mil doce municipios más marginados del país. PROSPERA, Programa de Inclusión Social, atiende a 6.1 millones de familias beneficiarias con una participación relevante dentro de la Cruzada con un componente dirigido a mejorar la alimentación. El monto de las transferencias dirigido a apoyar la alimentación de los beneficiarios se ajusta semestralmente para compensar el incremento de los precios en alimentos. Además, incluye la entrega de suplementos alimenticios a 1.6 millones de niñas y niños menores de 5 años. Estas medidas ya han dado resultados: logramos reducir significativamente los casos de anemia en niños de menos de dos años. Evaluaciones demuestran que los niños beneficiarios presentan incrementos en estatura, mejores niveles de hemoglobina y menor propensión a enfermedades y hospitalizaciones (1). En la actual administración el programa se ha transformado. Ahora, no sólo se busca apoyar el ingreso de las familias, sino que se trabaja ellas para incorporarlas a la actividad productiva del país. A diferencia de sus antecedentes, PROSPERA tiene el objetivo de incorporar a sus beneficiarios a la vida laboral y productiva, para que puedan salir de la pobreza bajo su propio esfuerzo. Esta visión es compartida por organismos internacionales como la CEPAL y la OCDE, quienes han declarado que el desarrollo de capacidades de innovación y emprendimiento, así como la educación son factores clave para lograr un desarrollo inclusivo en la región (2). En línea con esta concepción, en México se ha incorporado una estrategia multidimensional que trasciende el asistencialismo. Hoy, PROSPERA tiene un modelo integral que combate el hambre mediante una perspectiva que incluye las diferentes dimensiones de bienestar, como la seguridad social, los servicios de salud e infraestructura básica, así como una vivienda de calidad y la educación. En coordinación con varias dependencias federales, la participación del sector privado y asociaciones civiles, estamos trabajando en la integración de programas que promueven y facilitan el acceso de la población en pobreza al mercado laboral o que los apoyan para emprender un negocio. PROSPERA ha trabajado por construir un piso elemental en el que los mexicanos tengan cubiertas las necesidades básicas, y el reto ahora es que cuenten con los instrumentos para generar un ingreso digno que les permita salir de la pobreza. La mejor respuesta a la marginación es la inclusión económica de toda la sociedad. Así, por ejemplo, se impulsa el programa de inclusión financiera más ambicioso del mundo, con el que 7 millones de familias tendrán al fin de este año acceso al crédito, al ahorro y al seguro. También, por primera vez, tenemos un programa de becas para estudiantes de educación superior, para que los jóvenes beneficiarios continúen preparándose para ser más competitivos. Conclusión. Esta es una oportunidad histórica. De acuerdo con el programa Mundial de Alimentos: América Latina y el Caribe pueden ser la primera región en erradicar la desnutrición infantil. Reconociendo el aporte de las transferencias monetarias condicionadas, Prospera trasciende a sus limitaciones. Es necesario avanzar hacia una política social basada en la inclusión financiera y la incorporación de todos los ciudadanos a la actividad productiva. Con los esfuerzos de los gobiernos, el apoyo de la comunidad internacional y el trabajo corresponsable de la sociedad latinoamericana, podemos ser la generación que ponga un alto al ciclo intergeneracional de la pobreza y sentemos las bases de una región más próspera, más equitativa y más justa. Referencias. 1. Basset L. Can Conditional Cash Transfer Programs Play a Greater Role in Reducing Child Undernutrition?. Tech. N° 0835. Social Protection & Labor, World Bank. Web. 21 May 2015. 2. Sustainable Development in Latin America and the Caribbean: Follow-up to the United Nations Development Agenda Beyond 2015 and to Rio +20. Rep. no. LC/L. 3590. Vol. 412. N.p. 2013. United Nations. Web. 21 May 2015.