Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Programa Mundial de Alimentos, Guatemala
Introducción: El programa de nutrición entre la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y el PMA en Guatemala se enmarca en el Plan del Pacto Hambre Cero, específicamente en el paquete de intervenciones específicas de nutrición que se implementan durante la Ventana de oportunidad de los primeros mil días de vida. El objetivo de dicho programa es contribuir a la prevención del retardo del crecimiento en menores de 2 años de los municipios con las más altas prevalencias de desnutrición crónica del país. Desarrollo: En Guatemala, la tasa de desnutrición crónica de los niños menores de 5 años es 49,8 por ciento que es la más alta en la región latinoamericana y la quinta más alta en el mundo. La desnutrición crónica en áreas rurales y poblaciones indígenas rebasa el 80 % (Fuente: ENSMI 2008). El PMA colabora estrechamente con el gobierno de Guatemala en nutrición y seguridad alimentaria, apoyando particularmente el Plan del Pacto Hambre Cero Nacional, que articula las intervenciones, políticas públicas, planes y proyectos de seguridad alimentaria y nutrición de las instituciones públicas, con especial énfasis en el fortalecimiento de capacidades de los gobiernos locales a nivel municipal. El Plan del Pacto Hambre Cero impulsa 11 componentes, de los cuales 5 corresponden a intervenciones específicas en nutrición y 6 a acciones de factibilidad y sostenibilidad: Componentes específicos en nutrición: 1) La provisión de servicios básicos de salud y nutrición, 2) Promoción de la lactancia materna y la alimentación complementaria, 3) La educación alimentaria y nutricional, 4) Uso de alimentos fortificados, que incluye la provisión de alimentos complementarios fortificados para niños de 6-24 meses, embarazadas y madres en período de lactancia; 5) Atención a poblaciones en situación de inseguridad alimentaria. El programa entre el gobierno de Guatemala y el PMA, impulsa la implementación de los componentes 2, 3 y 4 a la vez que promueve la implementación del resto de componentes a través de alianzas estratégicas con otros organismos e instituciones. El programa se implementa en 35 municipios de 3 departamentos del país que presentan prevalencias de desnutrición crónica por encima del 60 %. A través de este programa colaborativo, se implementa una estrategia educativa de base comunitaria por medio de la cual se forman redes de madres consejeras que facilitan consejería de pares y grupos de apoyo madre-a-madre. La formación de las madres consejeras se enfoca en las prácticas adecuadas de alimentación y cuidado infantil y el uso de los servicios básicos de salud y nutrición. Dado que la dieta de las familias rurales se basa principalmente en maíz y sub-productos del mismo, con muy limitado o nulo acceso a frutas, vegetales y alimentos de origen animal, el programa incluye la entrega de un alimento especializado para niños/as pequeños llamado “Mi Comidita” que proporciona los nutrientes de los que carece la dieta familiar rural y especialmente la alimentación complementaria del niño/ pequeño. Los avances de dicho programa son analizados desde lo local a través de los consejos técnicos de salud y el consejo de seguridad alimentaria y nutrición departamental y municipal. El Programa incluye un plan de fortalecimiento de capacidades del personal de salud local para la implementación de las intervenciones de la Ventana de los Mil Días. Este programa cuenta con un componente de estudio por medio del cual se da seguimiento a una cohorte de 500 niños desde los 6 meses hasta los 24 meses. Conclusiones: La planificación, coordinación, seguimiento y análisis periódico de avances desde los actores locales es un elemento esencial para la implementación de acciones de fomento de la nutrición. El análisis de los resultados de programas como este, debe considerar cambios graduales en el crecimiento lineal, la salud y las prácticas de alimentación y cuidado infantil en el mediano plazo. Se requiere la continuidad de las acciones a largo plazo para empezar mostrar impacto a nivel de prevalencias de desnutrición crónica.