Hospital de Clinicas, Asunción, Paraguay
Introducción: Todos los pacientes que se encuentran ante la situación de una recuperación posterior a un estrés quirúrgico deben recibir medidas de tratamiento dirigidas a mejorar las posibilidades de recuperación en la brevedad posible, para lograr la reintegración a sus actividades previas a la cirugía. Muchos estudios han demostrado que el estado nutricional constituye con seguridad uno de los factores independientes que más influyen en los resultados post-operatorios en operaciones tanto electivas como de urgencia, por lo que el soporte metabólico y nutricional debe considerarse como parte fundamental en el tratamiento integral de dichos pacientes. Aquellos pacientes que se encuentran desnutridos o en riesgo de desnutrición y que son candidatos a cirugía, la respuesta orgánica al trauma quirúrgico tiene mayores repercusiones e influye negativamente en los resultados. Por estas razones, el objetivo de esta presentación es definir a quiénes, cuándo, por cuál vía y por qué iniciar la alimentación en este tipo de pacientes. Desarrollo: Mediante la modulación de la respuesta inflamatoria y el estímulo de los mecanismos anabólicos durante la fase de recuperación, el soporte nutricional debe ser considerado durante todas las fases evolutivas de los pacientes quirúrgicos. En la fase inicial, donde se desarrolla la respuesta metabólica al estrés con la consecuente respuesta inflamatoria, el tratamiento nutricional es imprescindible. durante la fase aguda, la disponibilidad de sustratos es de gran importancia en la configuración de las respuestas del organismo ante los diferentes problemas que puedan desarrollarse y en la prevención de las consecuencias de la desnutrición. Finalmente, en la fase de convalecencia, la recuperación no puede desarrollarse correctamente sin un correcto aporte de nutrientes. El planteamiento de un adecuado soporte nutricional debe tener en consideración tanto los aspectos cualitativos como los cuantitativos en lo referente al aporte de nutrientes. De manera igualmente importante debe considerar la vía más adecuada para su administración (enteral o parenteral) y llevar a cabo un estrecho seguimiento del cumplimiento de los requerimientos nutricionales en cada paciente concreto y en cada situación particular. Dentro de la población de pacientes quirúrgicos, es bien conocida la alta incidencia de desnutrición hospitalaria con las implicancias clínicas negativas que ella acarrea, por lo tanto, el inicio precoz del soporte nutricional en el post-operatorio comparando al inicio tardío, disminuye la morbilidad infecciosa y el tiempo de internación en los pacientes quirúrgicos, incluso ante la presencia de anastomosis digestivas. En cuanto a qué vía utilizar, es preferible, siempre que sea posible, el uso del tubo digestivo, sea oral o por medio de sondas; dejando la utilización de la nutrición Parenteral cuando no pueda utilizarse el aparato digestivo, o cuando este sea insuficiente para cubrir los requerimientos nutricionales del paciente. Existen programas y proyectos para mejorar y acelerar la recuperación en el post-operatorio, así como también recomendaciones basadas en evidencias científicas que nos ayudarán a tomar las mejores y más adecuadas decisiones para nuestros pacientes. Conclusiones. Esta suficientemente demostrado que la desnutrición constituye un factor independiente que influye negativamente en los resultados post-operatorios de los pacientes quirúrgicos. El inicio precoz del soporte nutricional en el post-operatorio, no sólo es seguro, sino que disminuye las complicaciones y los días de internación. La vía de elección para la re-alimentación en el post-operatorio es la enteral, siempre que el tubo digestivo sea funcionante, sin retrasar el inicio por vía parenteral, cuando sea imposible utilizar la vía digestiva o incluso complementar cuando no se logre cubrir los requerimientos nutricionales de los pacientes. Existen protocolos y guías con evidencia científica que nos ayudarán a tomar las mejores decisiones clínicas para el bien de nuestros pacientes. Referencias. Braga, M, Gianotti L, Gentilini O, Liotta S, Di C. Feeding the gut early after digestive surgery: results of a nineyear experience. Clin Nutr 2002; 21:59-65. Guidelines for the use of parenteral and enteral nutrition in adult and pediatric patients. J Parenter Enteral Nutr 2002;26(1Suppl.):1SA- 138SA. Lassen K, Dejong CHC, Ljungqvist O, Fearon K, Andersen J, Hannemann P, et al. Nutritional support and oral intake after gastric resection in five northern European countries. Dig Surg 2005; 22:346-52. Aguilar-Nascimento JE, Bicudo-Salomão A, Caporossi C, Silva RM, Cardoso EA, Santos TP. Acerto pós-operatório: avaliação dos resultados da implantação de um protocolo multidisciplinar de cuidados perioperatorios em cirurgia geral. Rev Col Bras Cir 2006; 33:181–8. Ljungqvist, O, et al. ERAS, Enhanced Recovery After Surgery. Moving Evidence-Based Perioperative Care to Practice. JPEN J