Instituto Nacional de Salud Pública. Cuernavaca, Morelos, México
Introducción: La evaluación del estado de nutrición en la población incluye el uso de métodos antropométricos, clínicos, dietéticos y socioeconómicos a fin de obtener magnitud y efectos de las deficiencias o excesos en la alimentación. La dieta es un determinante del estado de salud y nutrición de la población, por lo que el garantizar una alimentación correcta y equilibrada apoya las condiciones adecuadas y de bienestar del individuo y la población durante el ciclo de vida, por ello, la importancia de su evaluación. Objetivo. Describir la importancia del método de frecuencia de consumo de alimentos a nivel poblacional y el consumo de alimentos e ingesta de energía y nutrimentos en los diferentes grupos etarios de la población mexicana. Desarrollo: La evidencia muestra que el consumo de alimentos, se relaciona con la salud, de tal forma que una ingesta elevada de alimentos densos en energía (altos en grasas y azucares), bajos en fibras y micronutrimentos, como las bebidas azucaradas y los pastelillos, se han relacionado con la presencia de sobrepeso y obesidad, diabetes mellitus, dislipidemias y otras enfermedades crónicas. Contrariamente el consumo deficiente ciertos alimentos de alta calidad nutrición al como las frutas y verduras o de alimentos con proteínas de alto valor biológico, se asocian con diversos desenlaces en la salud, que se relacionan con padecimientos como la deficiencia de micronutrimentos, la anemia, e incluso algunos tipos de cáncer. En este sentido, la evaluación de la dieta es un insumo indispensable que ayuda a identificar problemas derivados por deficiencia de energía y nutrimentos o exceso de los mismos y crear estrategias, para evaluar y re-direccionar las ya previamente implementadas a fin de prevenir o controlar los problemas de mala nutrición. Por tal motivo, el método de dieta que se elija debe ser el adecuado, de acuerdo al objetivo que se pretenda alcanzar en cada estudio. Las encuestas de consumo de alimentos son el punto de partida de cualquier acción destinada a mejorar la cantidad y la calidad de los alimentos, sus datos orientan sobre el tipo de alimentos que se deben producir y comercializar, influyendo incluso en la elevación del poder adquisitivo de la población. Existen diversos métodos para evaluar la dieta a nivel poblacional, entre los que destacan la frecuencia de consumo de alimentos, el cual permite obtener información del modelo de consumo habitual a largo plazo en grandes poblaciones. Además de ser un método relativamente barato, rápido y fácil de aplicar, sin embargo, es importante contar con los insumos idóneos para no perder su precisión y confiabilidad y se obtiene mayor información cuando este es semi-cuantitativo, pues a través de raciones estandarizads es posible tener un acercamiento al consumo habitual de la población. En este sentido en México el Instituto nacional de Salud Pública, con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, 2012, ha desarrollado una metodología que ha sido validada con el método recordatorio de 24 horas, para el análisis de la dieta a través de la obtención de datos por el método de frecuencia de consumo de alimentos en diferentes grupos de población. Dicha información sin duda será base para su réplica en otros países de Latinoamérica. Conclusión: Se concluye acerca de la importancia de contar con un procedimiento adecuado para describir la dieta habitual y permita minimizar la posibilidad de error de medición, por ello, la pertinencia de desarrollar un método que utiliza el instrumento de frecuencia de consumo de alimentos validado a fin de obtener información fidedigna sobre el consumo de alimentos y nutrimentos a nivel poblacional. Referencias: 1. Organización Mundial de la Ssalud. Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas, Informe de una consulta mixta de expertos OMS/FAO. OMS; Ginebra; 2003. 2. Villalpando S, Ramírez-Silva I, Bernal-Medina D, de la Cruz-Góngora V. Grasas, dieta y salud. Tablas de composición de ácidos grasos de alimentos frecuentes en la dieta mexicana. Instituto Nacional de Salud Pública, México, 2007. 3. Ramírez-Silva I, Rivera JA, Ponce X, Hernández-Ávila M. Fruit and vegetable intake in the Mexican population: Results from the Mexican National Health and Nutrition Survey 2006. Salud Pública Mex 2009;51suppl 4:S574-S585. 4.Rodriguez S, Hotz C, Rivera J. Bioavailable Dietary Iron Is Associated with Hemoglobin Concentration in Mexican Preschool Children. J Nutr 2007;137: 2304–2310. 5. World Cancer Research Fund / American Institute for Cancer Research. Food, Nutrition, Physical Activity, and the Prevention of Cancer: a Global Perspective. Washington DC: AICR, 2007.