Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina
La asociación entre malnutrición y cáncer es muy frecuente siendo necesaria la evaluación nutricional del paciente para poder revertir o retrasar la progresión de la desnutrición asociada con un aumento de la morbimortalidad; la desnutrición interferirá en la respuesta a la terapéutica y por ende en la evolución clínica del paciente. La desnutrición severa asociada al cáncer es conocida como caquexia neoplásica, fenómeno complejo y multifactorial caracterizado por pérdida de peso, anorexia, astenia, anemia y alteraciones en el metabolismo energético - hidrocarbonado, proteico y lipídico - con un balance energético negativo conocido como hipofagia relativa. Teniendo en cuenta las consecuencias de la malnutrición en el paciente con cáncer, es imprescindible implementar la terapia nutricional junto con el procedimiento específico -cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida o una combinación de tratamientos-. Es interesante señalar que alrededor de un 35% de los cánceres observados han sido atribuidos a factores dietarios; por ejemplo, la ingesta aumentada de lípidos se ha asociado con una mayor incidencia de cáncer de colon, glándula mamaria, ovario y próstata, mientras que el consumo de fibra insoluble puede proteger contra este último. En animales la vitamina A y los retinoides inhiben la carcinogénesis en pulmón, vejiga, glándula mamaria y piel. Las recomendaciones relacionadas con la dieta y el riesgo de cáncer suelen limitarse al mantenimiento del peso ideal, al aumento de la ingesta de cereales, vegetales y frutas y a la disminución, en parte, del consumo de grasas. Por otra parte, ha existido preocupación sobre el efecto adverso que el tratamiento nutricional pueda tener al estimular el crecimiento tumoral y su propagación; se han desarrollado numerosos estudios con resultados disímiles; el apoyo nutricional en el preoperatorio y postoperatorio de cirugías ha demostrado que la nutrición parenteral o enteral específicas, es de fundamental importancia en la reducción de la morbimortalidad. Además, los hallazgos sobre inmunomodulación tumoral ejercidos por varios nutrientes como ácidos grasos esenciales, vitaminas (A, E, C), nucleótidos, arginina, glutamina, han comenzado a esclarecer la percepción que existía sobre la influencia de la nutrición en el desarrollo y prevención del cáncer. En un estudio preliminar realizado por nuestro equipo de trabajo, en un grupo de pacientes adultos con cáncer de cabeza y cuello bajo terapia convencional (quimioradioterapia), se observó a través de la determinación de proteínas séricas específicas, alteración del estado nutricional concomitante con un estado inflamatorio con disminución de los niveles de IL-4 al inicio del tratamiento. Estos pacientes y durante el tratamiento implementado recibieron, durante 60 días, junto a la alimentación habitual y por vía oral, un suplemento nutricional (Supportan®, Fresenius-Kabi); éste aportaba 500 kcal/día, con 27% de sus calorías totales cubiertas por proteínas, 40% por lípidos (2 g EPA provisto por aceite de pescado, triglicéridos de ácidos grasos de cadena media y aceites vegetales) y 33% por carbohidratos. Se determinó la concentración de proteínas séricas específicas de potencial utilidad en los estudios de nutrición: transtiretina, transferrina, fracciones C3 y C4 del Complemento y fracciones séricas de fase aguda: ceruloplasmina, haptoglobina y proteína C reactiva, antes (To) y después (Tf) del periodo de incorporación del suplemento. No se observaron diferencias significativas entre To y Tf. Estos resultados preliminares sugieren que la administración oral de este suplemento fue de utilidad para mantener el perfil bioquímico nutricional, siendo importante señalar que el grupo que abandonó su consumo por diferentes razones, sufrió modificaciones en el mismo. De acuerdo a los resultados obtenidos consideramos de importancia la incorporación del suplemento estudiado en la terapia nutricional para el tratamiento de este tipo de cáncer. Referencias: Chasen MR, Dippenaar AP. Cancer nutrition and rehabilitation-its time has come. Curr Oncol 2008; 15(3):117-22. Ramos Chaves M, Boléo-Tomé C, Monteiro-Grillo I, Camilo M, Ravasco P. The diversity of nutritional status in cancer: new insights. Oncologist 2010;15(5):523-30. Lis CG, Gupta D, Lammersfeld CA, Markman M, Vashi PG. Role of nutritional status in predicting quality of life outcomes in cancer: a systematic review of the epidemiological literature. Nutr J 2012; 24;11:27. Casbarien O, Cresta P, Silva C, Feliu MS, Badía A, López Delgado N, Slobodianik N. Specific Nutritional Supplement (Supportan ®) in the Supportive care of the radio-chemotherapy treatment of head and neck. Preliminary study. Endocrine, Metabolic & Immune Disorders- Drug Targets 2013; 13(4): 348-50. Fabios E, Casbarien O, Godoy MF, Feliu MS, Navigante A, Slobodianik NH. Niveles de IL-4 sérica en un grupo de pacientes con cáncer de cabeza y cuello. Acta Bioquím Clín Latinoam 2014; 48 (2) 255-56.