INTA, Universidad de Chile, Santiago, Chile
Introducción: En la actualidad, las deficiencias nutricionales de minerales como hierro, zinc y calcio continúan siendo uno de los problemas más importantes de salud pública en el mundo. El hierro, el zinc y el calcio son nutrientes esenciales para el ser humano. La deficiencia de hierro es una enfermedad nutricional de alta prevalencia y la causa más común de anemia en todo el mundo, especialmente en países en vías de desarrollo. La OMS estima que alrededor de 39% de los niños menores de 5 años, 48% de los niños de 5-14 años, 42% de todas las mujeres y 52% de las mujeres embarazadas de los países en desarrollo son anémicos. La prevalencia de la deficiencia de zinc no se conoce con exactitud ya que no se cuenta con indicadores de laboratorio de alta sensibilidad y fiabilidad. Aun así, la IZiNCG estimó que cerca del 25% de la población mundial está en riesgo de presentar una baja ingesta de zinc, por lo que la prevalencia de su déficit sería cercana a este valor. A lo largo de las etapas de crecimiento si no se absorbe suficiente calcio de la dieta, se puede afectar la formación los tejidos óseos. Esto, en etapas tardías de la vida ocasionará la osteoporosis que es una enfermedad de alta morbimortalidad. La mayor expectativa de vida a nivel mundial, se asocia a un mayor riesgo de osteoporosis y fracturas después de los 50 años de vida, con todos los costos económicos y en salud que ello significa. Se estima que el 50% de las mujeres mayores de 50 años tendrán una fractura por osteoporosis en algún momento de su vida. Desarrollo: La fortificación de alimentos y la suplementación son las principales estrategias utilizadas para prevenir las deficiencias de estos minerales. Existen evidencias de que al ingerir más de un mineral se provocan interacciones entre ellos en varios puntos: a nivel intraluminal, en la captura e internalización del mineral por el lado apical del enterocito, en el traspaso del nutriente desde el lado basolateral del enterocito hacia la circulación y en el transporte por el plasma. A nivel de suplementación se ha demostrado que el zinc inhibe la absorción intestinal de hierro en dosis farmacológicas con relaciones molares 1:1 (11 mg Zn:10 mg Fe). Aun cuando hay numerosa evidencia de que el calcio inhibe la absorción de hierro en matrices alimentarias especialmente ricas en fitatos, existe un trabajo que demuestra que la suplementación de 300 mg de calcio no afecta la absorción de 37 mg de Fe. Existe escasa información sobre si la absorción de Zn se ve afectada cuando se ingiere simultáneamente con Fe y/o con Ca. Sólo se sabe si la suplementación crónica de Zn no afecta la absorción de Fe y la suplementación crónica de Ca no afecta la absorción de Fe y Zn. Por tanto planteamos la pregunta ¿Es concebible un suplemento de hierro, zinc y calcio?. En nuestro laboratorio demostramos que dosis de calcio menores a los 800 mg (como cloruro de calcio) no tienen un efecto inhibitorio sobre la biodisponibilidad de 5 mg de hierro (como sulfato ferroso). Sin embargo, dosis de calcio igual o mayores a los 1000 mg disminuyen la biodisponibilidad del micronutriente. Posteriormente se realizaron estudios del efecto del calcio sobre la absorción de zinc. En sujetos con dietas vegetarianas se demostró que dosis de 650 mg de calcio (como cloruro de calcio) no afectaban la absorción de 10 mg de zinc como sulfato de zinc. En sujetos con dietas normales la absorción de zinc de 10 mg de zinc más dosis de 650 mg de calcio (como carbonato de calcio) y 10 mg de hierro (como sulfato ferroso) no se diferenciaba de la absorción de zinc con 10 mg de hierro sin calcio. Por el contrario, dosis de 650 mg de Ca y 10 mg de Fe si disminuía la absorción de zinc un 50% cuando la dosis de zinc aumentaba a 20 mg. Otro estudio de absorción de hierro demostró que 10 mg este mineral se absorbía alrededor del 10% cuando se ingería con 10 mg de Zn. Estudios recientes mostraron que la absorción calcio se mantenía alta aún en presencia de hierro o zinc cuando se ingerían en dosis similares a los experimentos anteriores. Conclusión: es posible desarrollar un suplemento que contenga calcio, hierro y zinc en proporciones molares que no provoquen interacciones que disminuyan su absorción intestinal. Palabras clave: Calcio, hierro, zinc, suplementación, absorción.