Universidad San Francisco de Quito, Quito, Ecuador
Introducción/Objetivos: Describir el reglamento sanitario de etiquetado de alimentos procesados para consumo humano y su aplicación, en Ecuador. Desarrollo: de acuerdo a los datos de la encuesta nacional de nutrición del 2012, uno de cada 10 ecuatorianos entre 50 y 59 años tiene diabetes, el 22.9% sufre de hipertensión arterial, el 78% de mujeres y el 57.1% de hombres de 30 a 39 años tiene una cintura más grande de la que deberían tener, dos de cada tres ecuatorianos de entre 19 y 59 años tienen sobrepeso u obesidad y tres de cada 10 niños en edad escolar tiene sobrepeso y obesidad. Esta situación refleja que entre los individuos de 30 a 70 años el 47.8% muere por diabetes, enfermedad cardiovascular cáncer y enfermedad pulmonar crónica. Este nuevo perfil epidemiológico, llevó al Gobierno a determinar la necesidad de adoptar políticas públicas enfocadas a la prevención del sobrepeso, de la obesidad y las enfermedades crónicas. Como parte de esta política se decidió regular el etiquetado de alimentos procesados, para mejorar la capacidad de toma de decisiones informadas de la población sobre una dieta saludable. La propuesta se sustentó en la Estrategia Mundial sobre el Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud y se hizo sobre la base legal de la Constitución vigente y la Ley Orgánica de Defensa al Consumidor. El Reglamento tiene por objetivo regular y controlar el etiquetado de los alimentos procesados para el consumo humano, a fin de garantizar el derecho constitucional de las personas a la información oportuna, clara, precisa y no engañosa sobre el contenido y características de estos alimentos, que permita al consumidor la correcta elección para su adquisición y consumo. Este reglamento rige a todos los alimentos procesados para el consumo humano, que cuenten con Registro Sanitario para su comercialización en el territorio nacional y se publicó en el Registro Oficial No. 134 N° 29 de Noviembre 2013. El etiquetado adoptó un sistema gráfico de representación de los niveles de grasa, azúcares y sal que contiene cada alimento procesado; consiste en barras de colores colocadas de manera horizontal. Estos colores son: rojo, amarillo y verde, según la concentración de los componentes. La barra de color rojo está asignada para los componentes de alto contenido y tiene la frase “Alto En…” La barra de color amarillo está asignada para los componentes de contenido medio y tendrá la frase “Medio En...” La barra de color verde está asignada para los componentes de bajo contenido y tiene la frase “Bajo En…” El reglamento contiene además varios artículos que precisan las definiciones y criterios adicionales que se debe aplicar al producto para designar el color de la barra que le corresponde. Además hay la obligación de reportar si el producto contiene o no transgénicos. En cuanto a la ubicación de las barras, en el proceso de negociación con las otras instancias del gobierno, se decidió que el etiquetado debe colocarse al frente o detrás del producto, a pesar de que en un inicio la propuesta fue que se ubique en la parte frontal. Con relación a las sanciones en caso de incumplimiento del reglamento, se procederá a la suspensión o cancelación del registro respectivo. Hasta el momento, el Ministerio de Salud Pública no ha implementado actividades de evaluación ni se ha reportado el resultado del seguimiento que debe ser realizado por una de las instancias del ministerio. Sin embargo, la prensa local ha públicado varios artículos en los que hace referencia a la actitud positiva que ha tenido el consumidor, ya que reportan que muchos de ellos si toman en consideración el etiquetado por razones de salud. Al mismo tiempo, los proveedores reportan que se han visto obligados a modificar la composición de sus productos debido a que se ha reducido el volumen de sus ventas. Conclusiones: El haber implementado un reglamento de etiquetado de alimentos ha sido un paso muy importante en el proceso de implementar una estrategia de información al consumidor. El proceso fue largo y tormentoso ya que hubo que negociar con varios actores no solo al interior del gobierno, sino también con el sector privado, por lo que al final se aprobó como un reglamento y no como ley, lo cual lo hace vulnerable. Sin embargo, a través de los medios de comunicación se conoció el impacto positivo que provocó en los consumidores. Lamentablemente, si bien el lanzamiento del etiquetado estuvo acompañado de una campaña de publicidad a través de medios visuales y audiovisuales, no se ha concretado un plan riguroso de evaluación ni se ha continuado con campañas de información. Palabras clave: etiquetado, regulación, etiquetado de frente, etiquetado por detrás.