Fundación InterAmericana del Corazón Argentina, Caba. Argentina
Introducción/Objetivos: Esta experiencia se enmarca dentro de una iniciativa colaborativa internacional liderada por The George Institute for Global Health de Australia para monitorear el contenido nutricional de los alimentos procesados en todo el mundo. Este estudio cuantitativo de corte transversal tuvo como objetivo presenta una línea basal del contenido de sodio de los alimentos industrializados de Argentina para poder comparar con los valores establecidos en una ley nacional antes de su entrada en vigencia. Además, este estudio constituye un insumo esencial para evaluar los cambios en el tiempo y comparar los niveles de sodio de Argentina con las metas regionales establecidas por la Organización Panamericana de la Salud. Desarrollo: Se realizó un relevamiento de los rótulos nutricionales de alimentos procesados en Febrero 2014. La recolección de datos se llevó a cabo en una cadena de supermercados de Buenos Aires a través del “Data collector”, una aplicación para smartphone desarrollada por de The George Institute que permite escanear y fotografiar los productos. El escaneo de los códigos de barras y las fotografías se almacenan directamente en una base de datos diseñada por The George Institute en Australia. La metodología implementada permitió conocer aquellos grupos de alimentos con mayor contenido en sodio y monitorear la legislación vigente. Se incluyeron 14 grupos de alimentos (n=1320) en la muestra total. Para comparar el contenido de sodio de la muestra con los niveles máximos establecidos por la ley, se realizó un macheo de los grupos de alimentos de la muestra con los grupos de alimentos incluidos en la ley, resultando en un total de 292 productos comparables. Los grupos de alimentos con mayor contenido de sodio son las salsas y productos untables(median a5:866.7mg/100g), las carnes y productos cárnicos (mediana: 750mg/100g), los lácteos (quesos) (mediana: 653,3mg/100g), y los snacks y aperitivos (mediana: 644mg/100g). Las categorías con mayor contenido de sodio son los aperitivos (mediana: 1415mg/100g), los salchichas (mediana: 1050mg/100g) Y los platos listos (mediana: 940.7mg / 100 g). Además, se detectó variabilidad en las concentraciones de sodio dentro de un mismo grupo y categoría de alimentos. Los coeficientes de variación para todos los grupos de alimentos oscilaron entre 119% y 40%. Por lo cual se puede interpretar que es posible avanzar con futuras metas en el corto plazo Con respecto a los límites máximos establecidos por la ley, se encontró un alto nivel de cumplimiento en esta primera etapa ya que solo el 15,1% (n=44) del total de los productos sobrepasan los niveles máximos establecidos por la ley. En el grupo de productos cárnicos 50 de 55 productos (90,9%) tienen niveles de la mediana de sodio por debajo de las metas establecidas, en el grupo de farináceos 171 de los 210 (81,4%) y en el grupo de sopas, aderezos y conservas 27 de 27 (100%). Conclusiones: Los resultados del estudio muestran la necesidad de avanzar en la promoción de nuevos valores máximos para el próximo período e incluir todas las categorías de alimentos que no están incluidas en la ley. También se concluye que debe ser una prioridad de salud pública nacional garantizar un monitoreo eficaz y la plena aplicación de la ley actual para promover la reducción gradual y progresiva de las metas de reducción de sodio y promover políticas más integrales que promuevan el consumo de alimentos naturales y desincentiven el conumo de alimentos con bajo nivel nutricional. La participación en el Food Monitoring Group y el uso de la herramienta Data Collector permitieron una gran avance en el monitoreo de las políticas vigentes. Se desarrolló una base de datos con aproximadamente 4000 productos que sirve como herramienta para el monitoreo objetivo e independiente desde sociedad civil de estas políticas tan relevantes para la salud pública de toda la población. A partir de la investigación también se desarrolló una“Guía para investigaciones sobre contenido nutricional de alimentos industrializados” la cual es una herramienta fundamental para crear capacidad en otros investigadores de la región para el monitoreo del contenido de sodio. También se realizaron intercambios con otros equipos de investigación como con el equipo liderado por Adriano Blanco en Costa Rica y la red WASH. Como parte del grupo colaborativo se participó en el “SaltSmart Consortium” de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para establecer objetivos regionales de reducción de sodio que serán un insumo esencial para otros países de la región. Referencias: Allemandi L, Garipe L, Schoj V, et al. Análisis del contenido de sodio y grasas trans de los alimentos industrializados en Argentina. Rev Argent Salud Pública 2013;4:14-9. Allemandi L, Tiscornia MV, Ponce M, Castronuovo L, Dunford E, Schoj V. Sodium content in processed foods in Argentina: compliance with the national law. Cardiovasc Diagn Ther 2015;5(3):197- 206. Group, The Food Monitoring. ‘Progress with a global branded food composition database.’ Food Chemistry 2013; 140(3): 451-457. Dunford E, Webster J, Metzler AB, et al. International collaborative project to compare and monitor the nutritional composition of processed foods. Eur J Prev Cardiol 2012;19:1326-32.