Centro de Investigaciones Agroalimentarias. Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela
Introducción: El sistema alimentario de un país está conformado por una serie de actividades (producción, agroindustria, distribución de insumos y bienes agroalimentarios, comercio exterior agroalimentario y consumo), así como de una cantidad numerosa y heterogénea de actores (productores y comercializadores de insumos, equipos y maquinarias; prestadores de servicios; productores agrícolas; agroindustriales; comercializadores, exportadores e importadores; consumidores; gobiernos; organismos multilaterales, ONG y otros). Estos se interrelacionan para tratar de cumplir los objetivos determinados por las políticas agroalimentarias, tanto públicas como privadas. Dentro de estos últimos se encuentra el de la seguridad alimentaria, que grosso modo implica la disponibilidad física de alimentos, el acceso económico y físico a ellos, su utilización y la estabilidad en el tiempo de las tres dimensiones anteriores (FAO, 2011). Además, este sistema está influenciado e influye sobre los entornos nacional e internacional, por lo que el desempeño de la economía de un país específico (aunado al de los restantes sistemas alimentarios al nivel mundial), condicionarán y afectarán la consecución de tales Objetivos. Dentro del primero destaca el modelo de capitalismo rentístico vigente en Venezuela desde comienzos del siglo XX, el cual condiciona el funcionamiento y el desempeño del sistema alimentario venezolano (SAV). Desarrollo. En ese contexto, esta ponencia tiene como objetivo principal analizar la evolución reciente del SAV (1999-2014) y realizar un balance de su situación y perspectivas, con énfasis en las variables producción, comercio exterior agroalimentario y consumo alimentario; todo ello en el contexto de la bonanza y posterior declinación de precios y de captación de la renta petrolera. Con este fin, se utilizan fuentes secundarias (datos e indicadores) provenientes de estadísticas y otras fuentes oficiales (FAO; FMI; INN-Fundación Polar; INN-ULA; INN; INN-SISVAN; Banco Central de Venezuela; Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras; MPP para la Alimentación; INE, 2015, entre otras), así como fuentes hemerográficas. Los principales hallazgos dan cuenta que durante el período analizado la producción agroalimentaria por habitante evolucionó condicionada por la influencia del auge y declinación de los precios y de la renta petrolera. Así se concluye que entre 2008 y 2013 el Producto Interno Bruto Agrícola –PIBA– per cápita se redujo a una media interanual de -1,5%, mientras en 2014 se habría reducido en -5,2% (Gutiérrez, 2015). Así mismo, estadísticas oficiales más recientes revelan que la producción del sector primario decreció para la mayoría de los rubros (RBV-MPPAT, 2015). Paralelamente también disminuyó la producción de la industria de alimentos y el país se ha hecho cada vez más dependiente de las importaciones para satisfacer las necesidades de consumo alimentario. El consumo per cápita de alimentos, si bien tuvo un período de auge (2004-2008), declinó posteriormente cuando la renta petrolera disminuyó y se hizo insuficiente para mantener el ritmo de importaciones agroalimentarias por habitante en términos reales. Otro cambio relevante es la fuerte concentración de las disponibilidades alimentarias, pues los 10 alimentos más consumidos (entre los que destacan Harina precocida de maíz, Azúcar refinado de consumo directo o en bebidas gaseosas, Aceite vegetal mezcla, Harina de trigo en pan-pastelería y Arroz pulido) aportan cerca de 2/3 de las disponibilidades de energía alimentaria en los años estudiados. Buena parte de ellos o de sus materias primas son ahora de procedencia importada por lo que, junto con la caída de la producción doméstica, se acentúa cada vez más la dependencia externa del país. Finalmente destaca la consolidación de cambios alimentarios y nutricionales de largo plazo, como la pérdida de importancia de Pescados y mariscos y Frutas y hortalizas como aportadores de energía alimentaria, al tiempo que Cereales y raíces se consolidan tanto como aportadores de energía como de proteínas (en gran medida debido a sus menores precios relativos). A pesar del aumento del consumo de alimentos en medio del auge rentístico del lapso 2004-2008, las evidencias muestran que posteriormente decreció el consumo de alimentos en un contexto macado por la reducción del ingreso per cápita y tasa de inflación alimentaria superior a la general. Conclusiones. Esta situación evidencia la urgencia de un viraje en las políticas económicas y agroalimentarias actuales, en vez de mantener precios controlados y tipos de cambios sobrevaluados, cuyos efectos han sido desestimular la producción nacional agroalimentaria y aumentar la dependencia externa. Urge estimular la producción doméstica de alimentos y la sustitución eficiente de importaciones, cuya adopción debe centrarse especialmente en productos y cadenas en los cuales el país tiene ventajas comparativas y cierta competitividad (Anido, 2015). De no adoptarse cambios drásticos en la estrategia global de desarrollo, en las políticas macroeconómicas y en las sectoriales, ni el desempeño del SAV ni la situación en términos de seguridad alimentaria en Venezuela mejorarán. Palabras clave: consumo alimentario, controles de precios, importaciones, petróleo, producción. Referencias: Anido RJD. Demanda de energía alimentaria, abastecimiento e ingesta de nutrientes en Venezuela: principales cambios e implicaciones nutricionales. Revista Española de Estudios Agrosociales y Pesqueros 2015; 240:109-158. Banco Central de Venezuela, BCV. (Varios años). Boletines mensuales. Caracas: Banco Central de Venezuela. Gutiérrez S A. El sistema alimentario venezolano (SAV), evolución reciente, balance y perspectivas. Agroalimentaria 2015;21(40), 19-59. Instituto Nacional de Estadística, INE Encuesta de seguimiento de consumo de alimentos. 2015. Recuperado de http://www.ine. gob.ve/index.php?option=com_content&view=category&id =114&Itemid=38. República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, RBVMAT. Memoria y cuenta 2013 y 2014. Caracas: Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y la Tierra 2015.