1 Unidad De Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica Dpto Pediatría. Xerencia De Xestión Integrada De Santiago - Dpto Pediatría. Facultad De Medicina. Universidad De Santiago De Compostela. 2 Dpto. de Bioquímica y Biología Molecular II. Inst. de Nutrición. Universidad de Granada. 3 Unidad de Investigación Pediátrica y Metabolismo, Hospital Reina Sofía, Cordoba, Cordoba.
La epidemia de la obesidad no sólo afecta a los adultos, sino también y muy especialmente a niños y adolescentes, en los que la tasa de incremento de su prevalencia es aún mayor. Actualmente, en Europa se observa un gradiente Norte-Sur, correspondiendo las tasas más elevadas a los países mediterráneos. Además, la obesidad se asocia desde edades tempranas a múltiples comorbilidades, que afectan a todos los órganos y tejidos, incluyendo el Síndrome Metabólico, presente ya en prepúberes obesos. El Síndrome Metabólico es un conjunto de alteraciones clínicas y bioquímicas, caracterizado por obesidad central, dislipemia (hipertrigliceridemia y disminución del HDL-c), intolerancia a la glucosa, hipertensión, microalbuminuria e hiperuricemia. La base molecular que justifica la relación entre la obesidad y las demás comorbilidades no ha sido suficientemente aclarada. Sin embargo, se ha puesto en evidencia que el tejido adiposo es más que un depósito de energía, es un órgano metabólicamente activo, secretor de múltiples sustancias, como factores inflamatorios y hormonas, leptina, factor de necrosis tumoral alfa, resistina, inhibidor del activador del Plasminógeno (PAI-1), angiotensina II, interleukina 6 (IL-6) y adiponectina, que pueden estar implicadas en la regulación del gasto energético, el metabolismo lipídico y la resistencia a la insulina. En los últimos años se ha intensificado el estudio de la obesidad y las enfermedades asociadas. Así, estudios recientes como los llevados a cabo por el grupo de investigación liderado por el Prof. Angel Gil muestran a la adiponectina como el eslabón perdido entre la obesidad y el Síndrome Metabólico. La adiponectina parece mediar la regulación del metabolismo de los lípidos y la acción de la insulina. Los bajos niveles plasmáticos de la adiponectina presentes en la obesidad y el síndrome metabólico, tanto en niños como en adultos, parecen asociarse con un aumento de la resistencia a la insulina y un perfil lipídico más aterogénico. Niveles bajos de adiponectina disminuyen la oxidación de los ácidos grasos en el músculo. Datos recientes han demostrado que los efectos de la adiponectina son mediados por la interacción con los receptores musculares y hepáticos, a través de la activación de la AMP-Kinasa (AMPK), la cual directamente incorpora glucosa al músculo, inhibe a la acetil-CoA carboxilasa, e incrementa la oxidación de los ácidos grasos tanto en el músculo como en el hígado, además de activar la señal de transducción de la cascada de insulina en ambos tejidos. Por otra parte, la alteración de la señal de AMPK en el hipotálamo, que debe funcionar como un sensor de disponibilidad de nutrientes, integrando múltiples señales nutricionales y hormonales, podría jugar un papel clave en la aparición del Síndrome Metabólico. A pesar de todo ello, al no disponer de adiponectina recombinante para uso humano, los efectos directos de ésta sobre el metabolismo humano siguen siendo desconocidos, si bien esta hormona podría ser prometedora en el tratamiento de la obesidad y los trastornos metabólicos relacionados. Con respecto a los lípidos plasmáticos totales y fracciones de lípidos en plasma, estudios también de nuestro grupo ponen en evidencia que concentraciones elevadas de 16:1n-7 y proporciones reducidas de 20:4n-6 y 22:5n-6 podrían ser marcadores tempranos de Síndrome metabólico en niños prepúberes. Otra de las alteraciones hormonales presentes en el niño con obesidad es la hipovitaminosis D. El aumento de su prevalencia en los últimos años ha hecho que se defina actualmente como la nueva pandemia, muy probablemente ligada a la también pandemia de la obesidad. La mayor parte de la vitamina D se sintetiza en la piel por acción de la luz ultravioleta. Su déficit guarda relación con las horas de exposición solar, la latitud, el color de la piel, la edad, el sexo, el uso de determinados fármacos, como los anticomiciales y algunas patologías, especialmente malabsortivas, si bien en los últimos años se asocia fundamentalmente a la obesidad, que parece ser una de las principales causas del aumento de su prevalencia, junto con el uso de cremas protectoras solares. El niño obeso, dados sus hábitos de vida, menor actividad física y mayor inactividad ligada al ocio pasivo, está menos expuesto a la luz solar. Además, el tejido adiposo parece actuar como secuestrador de esta vitamina liposoluble, que más que una vitamina es una hormona con receptores en todas las células del organismo, por tanto con efecto pleiotropico y con importantes consecuencias para la salud. El déficit de vitamina D, además de las alteraciones del metabolismo óseo, se relaciona con un aumento de la patología infecciosa, autoinmune, inflamatoria, cardiovascular, algunos tipos de cáncer y con un mayor riesgo de Síndrome Metabólico. Algunos autores la describen no sólo como consecuencia, sino como causa de obesidad. Por todo ello, el aumento de tejido adiposo, sobrepeso y/u obesidad, ya desde la infancia supone un importante riesgo de alteraciones hormonales y metabólicas, con expresión a corto, medio y largo plazo. Referencia: 1.-Aguilera CM, Gil- Campos M, Cañete R, Gil A. Alterations in plasma and tissue lipids associated with obesity and metabolic syndrome. Clinical Science. 2008;114:183-193. 2.-Gil-Campos M, Cañete R, Gil A. Adiponectin, the missing link in insulin resistance and obesity. Clinical Nutrition 2004;23,963–974. 3.-Gil-Campos M, Ramirez MC, Larqué E, Linde J, Aguilera CM, Cañete R, Gil A. Metabolic Syndrome Affects Fatty Acid Composition of Plasma Lipids in Obese Prepubertal Children. Lipids 2008;43:723–732. 4.-Gil-Campos M, Ramirez Tortosa M.C, Aguilera C.M, Cañete R., Gil A. Fasting and postprandial adiponectin alterations anticipate NEFA and TNF-a changes in prepubertal obese children. Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases;2011;21:62-68. 5.-Olza J, Aguilera CM, Gil-Campos M, Leis R, Bueno G, Valle M, Cañete R, Tojo R, Moreno LA, Gil A. A Continous Metabolic Syndrome Score is Associated with Specific Biomarkers of Inflammation and CVD Risk in Prepubertal Children. Ann Nutr Metab 2015;66(2-3):72-9.