Conocí a Benjamín Torún (Benny como todos le decíamos) desde que lo busqué para que asesorara mi tesis de medicina en el INCAP en 1991; seguirle el paso no era sencillo, con largas horas de trabajo, viendo hasta el último detalle, hasta al acompañarlo caminando a gran velocidad por los pasillos, todo momento era importante de aprovechar. Su motivación y apoyo fueron determinantes para que lograra iniciar y completar mi doctorado en Estados Unidos, para luego regresar a trabajar de nuevo a su lado entre 1998 y su retiro en 2001, teniendo el privilegio de intentar continuar con su legado en el INCAP. Su ejemplo, sabiduría, integridad, lealtad y perseverancia fueron decisivos en mi formación, al igual que en la de muchos otros colegas que tuvieron la oportunidad de conocerlo. Mi relación de trabajo y amistad con Benny continuó después de dejar el INCAP, cuando junto con dos amigos, fundó el Centro de Investigación y Docencia en América Latina (CIDAL), donde laboró como director ejecutivo hasta el momento de su trágica muerte. Siempre con tantas ideas y planes, más de los que podía hacer y publicar; pocas semanas antes aún hablábamos de varios proyectos y manuscritos pendientes de hacer. Benny fue un gran profesional, con tremenda dedicación y capacidad de trabajo, compañero y hermano de muchos, en múltiples batallas ganadas durante los 40 años que trabajó en el INCAP. Benny dedicó toda su vida al INCAP, siguiendo los pasos de su maestro Fernando Viteri, quien acostumbraba llamarlo cordialmente como su “hermano menor”.
Benjamín Torún, de nacionalidad guatemalteca, obtuvo el título de Médico y Cirujano de la Universidad de San Carlos de Guatemala en 1965, siendo galardonado como el mejor estudiante de su promoción y con el premio Flores a la mejor tesis. En 1969 terminó una maestría en Fisiología en la Universidad de Harvard, gracias a una beca otorgada por el Fundación Kellogg y en 1972 un doctorado en Bioquímica y Metabolismo Nutricional en el Instituto Tecnológico de Massachussets, para lo cual también obtuvo dos becas, una otorgada por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) y otra por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Sus compañeros lo apodaron “Benny questions” (Benny preguntas), por ser quien, al final de la clase, nunca se quedaba sin hacer más de alguna pregunta. Ese mismo año regresó al INCAP, en donde laboró hasta su retiro obligatorio en 2001, ocupando múltiples posiciones, entre las que destacan Director del Centro Clínico de Investigación, Jefe de la División de Biomédica, Jefe de la División de Nutrición y Salud y Coordinador de los programas de fisiología, metabolismo y nutrición clínica y nutrición y enfermedades crónicas. Autor y co-autor de 10 libros y monografías y de más de 100 artículos en revistas científicas y capítulos de libros. Fue miembro de múltiples grupos de expertos que produjeron varios reportes y monografías publicadas por OMS, FAO, OPS, UNU, IDECG, INACG y otras organizaciones internacionales. A su vez, fue miembro de varios consejos editoriales de revistas científicas, incluyendo Archivos Latinoamericanos de Nutrición.
Las áreas de la nutrición en las que el Dr. Torún dejó huella fueron: Anemias nutricionales; evaluación de la calidad proteica alimentaria; manejo de la diarrea aguda y crónica; desnutrición proteico energética; requerimientos de proteínas y energía; metas nutricionales y guías alimentaria; uso e interpretación de antropometría; actividad física y nutrición; gasto energético, metabolismo y crecimiento; obesidad y enfermedades crónicas relacionadas a la nutrición; y, ética de la investigación en sujetos humanos. Cabe destacar que las dos contribuciones más sobresalientes del Dr. Torún se relacionan al tratamiento de la desnutrición aguda severa en niños menores de 5 años y a las recomendaciones dietéticas diarias del INCAP.
Su trabajo de cuatro décadas sobre cómo tratar la desnutrición aguda severa en niños menores de 5 años de edad es actualmente un tema de estudio y lectura obligada para los profesionales del área en todo el mundo, así como para los estudiantes de post-grado de varias profesiones, en particular pediatría, enfermería, nutrición, intensivistas, entre otras. El Dr. Torún ha sido uno de los profesionales del INCAP más conocido, citado y respetado en muchísimas salas y hospitales pediátricos de los lugares más pobres del mundo. El Dr. Aaron Lechtig opina que los escritos y enseñanzas del Dr. Torún sobre desnutrición aguda han contribuido a salvar más vidas en todo el mundo que cualquier otro profesional en América Latina y quizá en todo el mundo en esa especialidad. El Dr. Lechtig ha constatado personalmente que los escritos del Dr. Torún y sus indicaciones de tratamiento así como de las precauciones que se deben tomar en los casos de desnutrición aguda para no producir más daño, se han utilizado en toda América Latina, África y el sudeste asiático. Él ha sido testigo presencial de cómo sus contribuciones eran circuladas de mano en mano, estudiadas en pequeños grupos por meses enteros, fotocopiadas hasta donde se acabada la tinta y traducidas a los diferentes dialectos tribales africanos.
Por ejemplo, sus famosas guías de tratamiento de la desnutrición aguda fueron traducidos al Swahili y estudiados por las comunidades rurales de la región oriental y austral de África durante la sequía que asoló esos países entre 1982 y 1989, siendo la única fuente de información para los pediatras que trabajaban los casos severos en miles de clínicas remotas de los países más pobres del mundo.
Por otro lado, el Dr. Torún desarrolló junto con la Licda. María Teresa Menchú y el Dr. Luis Elías, las recomendaciones dietéticas diarias (RDD) del INCAP, publicadas en 1994. La utilidad de las RDD es muy diversa, principalmente para los profesionales de la nutrición, pues son los únicos valores de referencia disponibles para evaluar y planificar dietas de individuos y de grupos. Constituye una herramienta imprescindible para identificar los problemas nutricionales o el riesgo de los mismos en grupos de población y a nivel individual, mediante la evaluación nutricional de las dietas; así mismo, en la planificación de pautas alimentarias correctivas y de prevención como lo son las guías alimentarias. Por otra parte, son la referencia para estimar estándares en el etiquetado nutricional de los productos alimentarios y también para el desarrollo de nuevos productos en la industria alimentaria. Finalmente, las RDD se utilizan en la definición de la canasta básica de alimentos para estimar las necesidades de macronutrientes del individuo de referencia, en la planificación de programas de alimentación a grupos, y en la evaluación de la disponibilidad nacional de alimentos. La utilidad de estas recomendaciones trasciende las fronteras de Centroamérica, con aplicación para todo el ámbito latinoamericano y el Caribe. Los logros del Dr. Torún en esta área también se vieron plasmados al presidir el Comité Científico Internacional para el desarrollo de los Requerimientos de Energía y Proteínas (1978-1990), llegando a ser co-autor de las monografías producidas por FAO, OMS y UNU (1985 y 2004) en esa temática, las cuales son de uso y aplicación a nivel mundial.
Además de las distinciones ya mencionadas, todo su legado y trabajo fue reconocido en varias ocasiones entre las que destacan los honores y reconocimientos siguientes: Premio al mejor artículo publicado en la revista Nutrition Research (1983); miembro honorario del Centre Oncologique et Biologique de Recherche apliquée (1987); premio Nestlé otorgado por la Asociación Pediátrica de Guatemala al mejor trabajo de investigación en nutrición presentado en el Congreso Nacional de Pediatría (1989 y 1994); huésped de honor de la municipalidad de Cochabamba, Bolivia (1990); Orden Itzamná otorgada por la Asociación de Médicos Guatemaltecos (1991); premio Kellogg otorgado por la Sociedad Latino Americana de Nutrición por el mejor trabajo en alimentación y nutrición humana (1997); Medalla de Ciencia y Tecnología otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Guatemala (2003); y, la Orden Nacional Pedro de San José de Bethancourt por el gobierno de Guatemala (2007). Un año antes de su muerte y en honor a todo su legado, el INCAP decidió nombrar al salón de reuniones del Laboratorio de Fisiología y Composición Corporal como Salón Benjamín Torún.
Su muerte en agosto de 2010 fue una pérdida no sólo para su esposa Betty, sus tres hijos, sus seis nietos y tantísimos amigos, sino para toda América Latina y el mundo. Hasta pronto querido maestro, amigo, colega y miembro de la familia INCAPense!
Manuel Ramirez-Zea